Clarissa Dalloway
viernes, agosto 22, 2014
domingo, agosto 10, 2014
Cerca
domingo, julio 20, 2014
Siempre
jueves, diciembre 19, 2013
Sagrado sueño
Cuando de mí va a salir algo grande me pongo nerviosa, inquieta, las noches se me hacen cortas y los días pensativos. A veces pienso que mis ideas me devoran aumentando con el ritmo al que aumentan mis años. Se me hacen inmensas e impacientes hasta que logran salir. Flores, chocolate, caramelo, nuez... pimienta. Tengo la capacidad de no parar de soñar nunca y eso me hace feliz y persistente. Eso me hace vivir y querer vivirlo.
sábado, diciembre 14, 2013
Te desayuné
Hoy me desperté soñando que desayunábamos pan con mantequilla. Me sorprendí pensando que subíamos las escaleras y bajabas las persianas. Mi cerebro, aun soñando, me dió la oportunidad de elegir desnudarte y el tuyo prefirió no cubrirse para rozar el mío. Soñaba que sin tenerte te tenía, como se tienen los pájaros que sin tocarlos se poseen aunque vuelen libres.
Soñé que dormía, profundo, hasta que desperté por el temblor de tus piernas y el sabor a mantequilla de tus labios.
miércoles, diciembre 04, 2013
Llegó el día
Llega un día en el que uno pierde el miedo. Lo pisan, insultan, roban, hasta que un día, al abrir los ojos ya no le preocupa ni su propia muerte. Es entonces cuando uno lucha, y se revuelve, y nada puede con él porque a fuerza de sufrir ya es fuerte. Y su corazón se encuentra tan roto que no tiene nada que perder y poco le importa lo que tenga que ganar.
lunes, noviembre 18, 2013
Más
Quiero, deseo, necesito.
Todo se queda en poco y quiero más, ansío más. Más verte, más tenerte, más quererte. Y así poder olerte hasta que tus ganas sean más grandes que las mías, y necesites más acariciarme a que te acaricie. Hasta que consiga que tus instintos sean más complejos que los míos y sienta mis propios nervios en tus manos temblorosas.
Dibujarte hasta que consiga tallar un "te" ante cada uno de nuestros verbos.
Bocados de hormiga
Hay personitas que enseñan tanto como respiran y que, sin darte cuenta, ocupan tu corazón como hormigas sobre migas de pan.
Y van comiendo y comiendo hasta que no queda pan, ni tu corazón si quiera, quedándose calentitas en el hueco que antes vivía solo y que ahora sin ellas no puede latir. Porque sin ti mi corazón ya no es. Lo has devorado a bocaditos pequeños haciéndome cosquillas y, como te vayas, no me llegará la sangre a la cabeza y se me pondrán fríos los pies y las manos torpes.
Así que tendrás que quedarte, prometo darte a cambio algo mejor que pan, te daré miguitas de bollitos dulces.
martes, octubre 29, 2013
Deviniendo
Hay personas que se llaman, se reclaman, se necesitan. Se extrañan.
Supongo que cuando seamos viejos habremos olvidado esos restos de amor adheridos a nuestra piel, pero por ahora siguen ahí, impasibles, acumulándose mientras producen olores dulces.
Por momentos quisiera arrancar recuerdos pero se me escapan las ganas y temo su pérdida junto al devenir del tiempo. Tu culpa, la mía... qué más da. Un hormigueo me recorre haciéndome notar que sigo aquí, viviendo, y me descubro repitiendo cuánto me gusta hallarme en las huellas que el mar aún no ha podido borrar. Juegan con el tiempo, contigo y conmigo, con todos, y logran andar sobre la arena debajo de tus pies mientras yo miro tus manos.
Hay cosas que no aceptan un nunca como hay canciones que sólo se oyen en ti.
Las ganas de comerte me devoran volviéndome a dejar hambrienta de recuerdos, de pieles, de huellas, de ti.
Ven pronto, te lo suplico y quiéreme como si no hubiera recuerdos, ni pieles, ni huellas... ni tú. Como si nadie estuviese pero nos sintiésemos llenas.
Volver
Tantos sentimientos que mi escritura se desgasta y se hace ilegible, incomprensible incluso para mí tras dibujarla. Porque yo no escribo, pinto e invento letras que al pausar mi lápiz se giran y retuercen como si no fuese yo quien las hubiese escrito. Y me desafían altaneras a causa de mi deseo por plasmarlas y poseerlas.
Se contraen y enredan como ramas rápidas que me suplican paz y trepan hacia mi conciencia. Y brotan sueños que desencadenan flores que ocupan mi cuerpo por completo, que casi no me dejan respirar culpándome por mis ganas de sentir y de ser. Castigándome por mis ganas de tenerte.
Y entonces, como quien sale del agua, vuelvo a releerlas, comprendiendo que son mías por mucho que se deformen, y entiendo cada frase como si las estuviese pensando hoy mismo, como si el viento me hubiese llevado al mismo exacto lugar.
sábado, agosto 24, 2013
Se busca mente madura, relajada y experta que no se conmueva por grandes pasiones
Hay días en los que uno, mientras se topa con un aroma desconocido, se siente solo. Y mi cabeza, ¿no puede parar? ¡Que alguien la detenga por compasión!
Pero no, nadie la para. Quizá algún día explote y por fin pueda adquirir otra.
viernes, agosto 23, 2013
Luna
-¿Qué haces?- Me asusté tanto que no podía ni tan siquiera moverme. Mi corazón galopaba al ritmo que cantaban los grillos, sentí frío y volvío a preguntar. -¿Qué haces?- Todo estaba tan oscuro que no podía ver nada, apenas el reflejo del faro cuando se giraba para mirarme. Y, nuevamente, se repetía esa voz blanca, casi transparente. Mis ojos se acostumbraron despacio a la luz y mis latidos fueron dejando las semifusas para descansar en negras.
-Te estoy preguntando, es de mala educación no contestar.
Y, casi sin querer, pude responder -Dormir.
-¿Y por qué duermes? No ves que es ahora cuando yo vengo a visitarte?
-Tienes razón, pero no sabía que vendrías, hace años que dejaste de hacerlo.
Con eso calló, como vacilante o arrepentida, o quizás un poco vencida. Por eso la miré, tenía esa cara que pone a veces, cuando no quiere que sepamos si está alegre o triste; tenía ese brillo que apenas recordaba por culpa de haberla dejado de mirar. Tantas veces me prometió subir con ella, tantas veces me regaló sus sueños. Pero un día dejó de quererme como yo lo hacía.
Poco a poco fui quedándome dormida, y mis pensamientos corrían tan deprisa como blancas y sus silencios alternándose pacientes. Entonces la escuché. Escuché cómo lloraba echándome de menos y me escuché riendo volviéndola a querer.
jueves, agosto 22, 2013
Tiempo
Le dije a todos que no tenía tiempo, mas era incierto: era yo quien inventaba mis propias horas. Caminando creé miles y esperando no fui capaz de más de un par. No depende del que más minutos dibuja sino del que más ganas desarrolla.
La espera me consume y mis ganas merman, a veces alguna chilla como desesperada entre tanto silencio. Pero no hago nada. La lenta agonía de quien espera sabiéndose yacente.
Haré, seré, tendré. Desearía ser la luz que ilumina mi brazo entre tanto calor para dejar de pensar, pero sé que así habré muerto y me resisto. Me aferro a respirar entre tanto polvo, a ver entre tanta niebla y a oir entre tanto grito. Porque sólo así sé qué hago, qué soy y qué tengo. Porque sólo así sé que aún me queda tiempo.
miércoles, junio 20, 2012
A Michel Bras
miércoles, mayo 16, 2012
La Tercera Guerra Mundial
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niemöller
jueves, abril 19, 2012
Ella lo sabe
No podía creer que ya no existiese. Ni su latir, ni su reír. Las horas, los meses, los años habían pasado y ya no había más. Se acabaron. No me lo ha dicho, pero yo lo sé. Está aprovechando cada suspiro como si se lo hubiera prometido. Se lo juró aunque fuese en sueños y su piel ya no escuchase, se lo dijo lento, entre lágrimas y con la voz ausente.
Cualquiera te diría que no pudo oírlo porque ni siquiera lo dijiste, pero no es cierto. Tus gritos atravesaron incluso mi cuerpo. Por eso sé que te escuchó. Sintió tus te quiero, se sintieron tanto que se han quedado en las páginas de los libros, y en las fotos, se han quedado en las huellas, porque con eso nada puede, ni siquiera la muerte.
martes, abril 10, 2012
Letras, gracias por visitarme... era tan tarde que incluso me dio vergüenza llamar
viernes, marzo 30, 2012
De colores
Cada día escucho a unas 10 personas que critican, al menos, a otras 10 personas.
¿De verdad importa? Siento como mi corazón se pudre ante tanto odio, ante tanta venganza y ante tanta indiferencia. Y me entristece pensar que un día mi mente se hará tan dura que ya no será capaz de sentir las palabras que escribo en este instante.
Estamos olvidando el verdadero latir de las cosas.
Un día las personas que amamos se irán y sólo nos quedarán los recuerdos que nos dejaron. Los buenos y los malos. Hay miles de recuerdos malos en nuestra vida y la mayoría causados por nosotros mismos. Qué pena… cuánto jodido dolor absurdo. Ojalá pudiésemos aprender a no hacer daño o a tolerar las faltas de los demás siendo capaces de ver primero las nuestras. Tengo que vivir en este mundo donde el que grita es el más fuerte, y no sé ni cómo salir ni cómo aprender a amar más. No sé cómo imaginar que la persona que tengo enfrente no es más que una extensión de mi propio cuerpo. Yo misma pero con otro rostro y otro pensar.
Sueño que mi corazón se hace cada vez más vivo, de colores… nunca me gustaron los tonos oscuros.
jueves, marzo 05, 2009
Hada, escucha
lunes, febrero 09, 2009
Casi hasta desaparecer
sábado, febrero 23, 2008
Llama moribunda, vela agonizante
Se tapó un poco con la sábana, cubrió su pecho y desnudó su alma. Su espalda quedaba desnuda dejándome soñar despierta con su belleza y con su latir.
Era esa la felicidad, mirar los pliegues que hacía aquella sábana al rodear a la mujer a la que había amado toda la noche, con la que me había fundido hasta hacernos una.
Ahora mi corazón latía en ella como laten en mí las ciudades a las que añoro, como retumba en mí su último te quiero. Late como esa llama agonizante luchando para no morir, como ese humo que rodea sus manos para luego tocar las mías, como yo me despojaría de los ropajes que envuelven mi ser por un beso más, por un te quiero más, por una vela más iluminando su espalda.
Quiero saber a limón y oler a violetas
Que la materia de la que estoy compuesta se dividiese en infinitas partículas con sabor a limón y olor a violetas, y que éstas corriesen introduciéndose en millones de personas distintas a través de sus respiraciones. Que esas motas de polvo llegasen muy lejos y fuesen muy rápido llamándolas entonces “fugaces”. Así, algunas zonas de mí serían libres y otras estarían encarceladas en reyes y en estrellas. Sería libre y me diluiría en el agua, incluso en tus lágrimas, y flotaría en el aceite pudiendo alejar todo lo malo.
lunes, septiembre 25, 2006
Al compás de la tormenta
En Griego
viernes, junio 30, 2006
12-02-2006
Después de una noche sin dormir llegó a su habitación y miró por la ventana. Al principio no vio nada, pero al bajar la vista se dio cuenta de qué forma podían unirse tan fielmente dos personas que, quizás, ni siquiera se conocían realmente.
Un beso unido a una conversación un tanto estúpida puede hacer que desees por encima de todo estar a su lado, para que vuelva a pedirte otro beso, como el primero pero aún más imposible.
Al despedirse la besó en la mano, se separaron y siguieron su camino. Hasta mañana quizá, o tal vez hasta nunca recordándole en mis pensamientos para siempre.
Cuando no puedes dormir es como si todo se hiciese más intenso. La noche te contagia de su melancolía y te obliga a mirar al ombligo del mundo buscando entre tus propios intentos. Al ver las luces piensas en personas con ventanas abiertas que esperarían toda la noche hasta ver pasar un reflejo que escribiese su nombre. Luces, miras y ves luces. Reflejos de historias inexistentes, increíbles o simplemente de amor. Es como comprender a alguien que habla un idioma que tú no conoces y, sin palabras, enamorarte, como te enamoras de la noche cuando ella ni siquiera sabe que sigues despierto.
Tienes miedo
Yo solo tengo vergüenza de una cosa, de releer deseando volver a recibir tus cartas, de que entre la vainilla o la canela siempre aparezcas rozando el chocolate, y vergüenza de tener miedo a que un día te alejes y se alejen contigo mis esperanzas de creer. Pánico a que un día no quieras escuchar mis te quiero por muy alto que los grite, porque ya solo me quedan tus palabras que, aunque nunca creí que lo diría, son mi vida.
Vaho
Una noche de estas en las que prefieres pensar a dormir, eliges el recuerdo antes que ningún presente.
Tal vez solo lo decía por decir, o quizás solo lo seguía por no decir que no. Porque... ¿Por qué no?
¿Por qué siempre decía que no a cada atisbo de comprensión o de confianza? ¿Por qué siempre se aferraba a sus oídos, solo a los suyos, volviendo a llamarla, a suplicar, a amar siempre a la misma estrella?
Adoraba sentarse cada noche a contemplar el cielo, esperando ver una estrella fugaz a la que nunca le pedía un deseo, porque (siempre hay un porque) le dijeron que jamás se cumplían. Entonces, ¿por qué rogar siempre la misma luz, con la misma intensidad y el mismo exacto dolor?
Quizás era esa estrella la que hacía que las piedras no estuviesen tan frías, o la noche tan oscura, porque, tal vez, iba cada noche con el frío, el silencio y el miedo porque le encontraba sentido. Le merecía la pena volver al dolor de sus recuerdos si a cambio podía soñar de nuevo; soñar que el vaho de sus palabras se unían con el susurro de sus te quiero.
lunes, enero 02, 2006
Pastel de Queso
Base de galleta
- 200 grs. de galletas trituradas
- 80 grs. de mantequilla
- Sal
Crema de Queso
- 250 grs. de queso fresco para untar
- 100 grs. de nata líquida
- 75 grs. azúcar
Salsa de Fresa
- Mermelada de Fresa
- Limón
- Agua

Elaboración...
Para la base de galleta derretir la mantequilla, agregarle una pizca de sal, y mezclar con las galletas trituradas hasta que se forme una masa homogénea. Hacer una base de aproximadamente medio centímetro (con la forma que se desee) y dejar enfriar.
Semi montar la nata con el azúcar y añadirle el queso fresco.
Agregar un poco de agua y unas gotas de zumo de limón a la mermelada, hasta que adquiera una consistencia un poco más ligera que nos sirva para bañar el pastel.
Montaje...
Colocar la base de galleta sobre el plato, poner encima la crema de queso y cubrir con un poco de salsa de fresa. Para decorar se pueden utilizar unos frutos secos rallados o enteros, tales como avellanas, almendras o pistachos
viernes, diciembre 30, 2005
Pensar en blanco
Quién diría que tendría valor para volver a mirar su rostro, para hablarle a sus labios, esos labios que un día besó y con los que sueña cada noche, al tumbarse y pensar. Pensar en las piedras, y en las hojas, y en el azul de cada sueño, de cada caricia antes de dormir. Lo necesitó hasta que no pudo más, hasta que los pasos ya no le servían, ni tampoco el olor de otro perfume antaño deseado, ni otras caricias al despertar, hasta que fue en su busca y descubrió que ya no le necesitaban, entonces se olvidó, olvidó sus propios deseos y se halló en los suyos. Y entonces necesitó no volver a arriesgar para no volver a sufrir, fue entonces cuando descubrió que su rosa ya no creía para no tener que sentir.
sábado, abril 02, 2005
Iré a comprar las flores yo misma
Clarissa Dalloway